En la época victoriana las manos eran un motivo muy común para objetos decorativos y cotidianos. Las manos eran emblemáticas del estatus socioeconómico y se creía que desmentían el carácter y el destino de una persona. No es sorprendente que en esta época la quiromancia o "lectura de la palma" fuera tremendamente popular.
Estos hermosos aretes de mano están fundidos en una aleación de metal no tóxico y presentan una delicada mano suspendida debajo de un anillo en tono plateado envejecido.