Vuelo de Brujas (Vuelo de Brujas) (1798)
Pintura de Francisco Goya (España, 1746-1828)
En el centro hay tres brujas semidesnudas que visten una coroza penitencial y sostienen en alto una figura desnuda que se retuerce, con la boca cerca de su víctima, como para devorarla o chuparle la sangre. Abajo, dos figuras vestidas de campesinos retroceden ante el espectáculo: una se ha tirado al suelo tapándose las orejas, el otro intenta escapar cubriéndose con una manta y haciendo el gesto de la mano de higo para protegerse del mal de ojo. Finalmente, un burro emerge a la derecha, aparentemente ajeno al resto de la escena.
El consenso general de los académicos es que la pintura representa una crítica racionalista de la superstición y la ignorancia, particularmente en cuestiones religiosas: las corozas de las brujas no sólo son emblemáticas de la violencia de la Inquisición española (las llamas hacia arriba indican que han sido condenadas como herejes impenitentes y serán quemados en la hoguera), pero también recuerdan a las mitras episcopales, con las características dobles puntas. Las acusaciones de los tribunales religiosos se reflejan así en ellos mismos, cuyas acciones se equiparan implícitamente con la superstición y el sacrificio ritualizado. Entonces se puede entender que los espectadores están consternados pero incapaces de hacer nada o deliberadamente ignorantes y no dispuestos a intervenir.
El burro, por último, es el símbolo tradicional de la ignorancia.
Póster mate
Impreso con tinta reactiva de tintes/pigmentos En papel mate de archivo. Se envía en un tubo para póster de alta resistencia. Peso pesado (230 g/m²), base gruesa (9,5 mil) y un revestimiento de secado instantáneo que resiste las huellas dactilares y las manchas.
- Impreso con tinta reactiva de tinte/pigmento.
- En papel mate de archivo
- Se envía en tubo de póster resistente.
- Peso pesado (230 g/m²), base gruesa (9,5 mil) y un revestimiento de secado instantáneo que resiste las huellas dactilares y las manchas.